domingo, 26 de abril de 2009

¿Sindicalismo libre o compadreo político-sindical?

Tal y como publicaba el pasado 24 de Abril el diario "Expansión", los sindicatos “de clase” no sufren con el mismo rigor que el resto el avance de la crisis. De hecho, algunas de sus principales subvenciones procedentes del Gobierno central han hecho caso omiso de las dificultades presupuestarias para permitir que desde el año 2006 los incrementos acumulados asciendan a casi un 50% - un 10% desde 2007- para los dos principales sindicatos (UGT y CCOO). Mientras, los salarios lo han hecho en torno a un 10% acumulado en tres años y un 7% en los últimos dos ejercicios.

Así pues, la suma de la subvención por actividades formativas y sindicales, la concedida por labores consultivas del Ministerio de Trabajo y la correspondiente a la participación en la mesa de la función pública arroja unos saldos un tanto "reveladores" de la buena relación entre el Gobierno y los “agentes sociales”.
Explica este diario como tomando los importes percibidos en los años 2007 y 2008 por estos conceptos, los cobros de CCOO se han incrementado un 11,2% y los de UGT un 9,9% . Si se comparara con otra de las fuerzas sindicales, por ejemplo USO, que se ha mostrado claramente más combativa que las anteriores con el Gobierno, se puede comprobar que su incremento de ingresos en ese mismo periodo se limita al 1,6% . Además, si se incluyen en el cálculo los importes percibidos desde 2006 los incrementos se disparan: CCOO gana un 50,1% más por estos conceptos, UGT un 46,8% y USO (que en 2006 aún estaba incluido en algunas de las mesas sindicales de las que posteriormente saldría) un 40,9% .
En los años 2007 (fecha real de inicio del debilitamiento económico) y 2008 (cuando estalla la recesión), sólo cinco sindicatos pasaron a cobrar por este concepto, entre ellos, por supuesto, CCOO y UGT y también ELA, de origen vasco (Euzko Languilleen Alkartasuna). Y, pese a que eran claramente menos a cobrar, el importe se multiplicó por cinco veces y media hasta sumar 1.255.970 euros y 1.281.090 en cada uno de esos años. Uno de los sindicatos que salió de la mesa en ese periodo fue precisamente USO, actualmente el único que ha incidido en el maquillaje de las cifras oficiales del paro.
Cuenta este medio que la salida de USO de aquella mesa no fue casual. El Gobierno endureció en aquel momento sus exigencias para formar parte de este foro pidiendo, además de la representatividad del 10% tradicionalmente exigida, requisitos de presencia autonómica y local, lo que ha reforzado la presencia de ELA.
Los sindicatos se remiten a las cifras publicadas en los Presupuestos Generales del Estado y en el BOE, pero aseguran no tener computado el total de subvenciones recibidas. “El dato existirá, pero llevaría mucho trabajo, pues hay que mirar las 17 federaciones, todas las organizaciones, que llevan distinto CIF...”, dicen desde CCOO.
Explica este medio como las ayudas no acaban en las subvenciones. El Partido Socialista, además, ha prometido un nuevo pago a los sindicatos, con la idea de zanjar cualquier posible foco de enfrentamiento en momentos de crisis. Si el PSOE, fuerza con mayor representación en el nuevo Parlamento, cuenta ya directamente con responsables de UGT en sus equipos electos, ahora pretende saldar cuentas con CCOO. Así, abordará la devolución del patrimonio sindical acumulado y generado en la etapa de Franco, que puede suponer un fuerte desembolso.
En concreto, los socialistas se han comprometido a “abordar una solución definitiva para la devolución del patrimonio sindical acumulado, generado durante los años de la dictadura con las aportaciones obligatorias de empresarios y trabajadores”. Para ello, el PSOE asumió como requisito crear “una comisión de expertos nombrados por la Administración, las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales, que analice la situación y formule propuestas de actuación en la materia”.
Ya en la pasada legislatura, el Gobierno socialista puso punto final al proceso de devolución del patrimonio sindical histórico, por los bienes supuestamente incautados tras la Guerra Civil, que beneficio CNT, ELA-STV y, en especial, a UGT, que recibió 149 millones de euros.
Todo esto, por supuesto, salido de los impuestos de todos los españoles. ¿porqué estos “sindicatos” no se alimentan de las cuotas de sus afiliados como los demás? ¿realmente pretenden que todos creamos que es casualidad que ante semejante despropósito de inyección de dinero a sus cuentas no haya respuesta contundente ante la situación económica y laboral del país?
No estoy de acuerdo con que con el dinero de mis impuestos el estado mantenga a los sindicatos que además me están condenando laboralmente firmando y consintiendo convenios ilegales y que las empresas exploten a los trabajadores impunemente ¿qué nos queda ante este vergonzoso lodazal en el que se revuelcan el Gobierno y los “sindicatos” de clase?
Si Europa exige a los países miembros la no intervención en empresas para fomentar la igualdad de oportunidades y la libre competencia ¿porqué no se aplica la misma política en lo sindical? Que los sindicatos se mantengan de la aportación de sus afiliados, que todos juguemos con las mismas cartas, y así tal vez, se podrá hablar de sindicalismo libre en España.

José Mª Izquierdo